domingo, 19 de abril de 2009

Tomar centro



Un centro estable da balance, forma procesos, condensa potencia y establece punto de partida para irradiar al mundo.

Explorando el ser, podemos constatar como cualquier punto del cuerpo e incluso de la imaginación puede ser motor de movimiento, centro a partir del cual surge la acción. Ya sea el corazón, la pelvis, el sistema nervioso central, el cuerpo u otro dominio de la intención.

Para Pilates el centro de poder es el abdómen, para Alexander es la nuca, para Graham la pelvis, para Release las extremidades, para Feldenkrais el sistema nervioso. Lo importante es reconocer el estado en el que amanecimos y cuál es el centro de conciencia que nos facilitará organizar nuestro sistema y llegar a la coordinación óptima.

El centro conforma el nodo articulante de las dinámicas de interacción. Ante la invariable variabilidad del universo, un centro armonioso ha de combinar la fuerza y la flexibilidad, la capacidad de sostener y dirigir como la de adaptarse y asimilar.




Fotografía del dibujo de Leonardo da Vinci, el Hombre deVitruvio

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