miércoles, 22 de abril de 2009

Soledad tan desolada




En Holanda, hastiada de la sobre reglamentación, fuí a un bosque con la esperanza de encontrar algo no obsesivamente ordenado.

Caminando entre los árboles, pisando hojas y ramitas, creí por fin estar en un lugar rebosante de espontaneidad orgánica cuando me percate que todos los árboles eran equidistantes en retícula ¡habían sido meticulosamente sembrados!

Nunca sentí tanto pavor y desasosiego.



Fotografías tomadas en la costa de Rotterdam, Holanda

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