domingo, 19 de abril de 2009

Falda de volcan, cabello de estrellas


Ayer, por unos momentos, encontré el punto de balance.

Sentada en el piso con piernas cruzadas en la clase de meditación, después de intentar mantener la columna alargada y las ingles relajadas por todos los medios posibles. Llego a mi sensación la imágen de lucir una enorme falda de volcán Popocatépetl y tener cabello de estrellas, como si un eje ascendente de energía desde el centro de la Tierra recorriera mi columna llevando mi coronilla hacia el infinito en una explosión sostenida, simultáneamente desvaneciendo mis hombros como lava que escurre y esparciendo ampliamente mis caderas en la Tierra.

El resultado fué contundente. Estube sentada con la columna ergida y sin esfuerzo, sintiendo como el aire me recorria en movimientos espirales, disfrutando la presencia del espacio. Simplemente ser, fue totalmente placentero.

Las imágenes tienen el maravilloso poder de generar la realidad interna que deseamos manifestar como totalidad en nuestra conciencia. De acuerdo con Eric Franklin la postura y el movimiento son dirigidos por imágenes, ya que éstas generan cambios a nivel cortical que es principal centro de interacción entre el sistema nervioso y el cuerpo. Añade que para que la imágen tenga un efecto positivo, lo que imaginamos debe de ser congruente con la estructura del cuerpo, de lo contrario habrá una disminuncion constante en la función.

Nos convertimos en lo que imaginamos.




Imágentomada de:
http://132.248.157.160/wiki/index.php/C%C3%B3mo_a%C3%B1adir_im%C3%A1genes

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